El tratamiento de una adicción se sustenta habitualmente en dos pilares fundamentales: por un lado el tratamiento farmacológico, que no siempre es indispensable, y por otro lado el tratamiento psicológico:
Al respecto, el tratamiento farmacológico permite, durante la fase primera de desintoxicación, pasar de consumir a no consumir de una forma confortable, sin que aparezca sintomatología de abstinencia, y con el objetivo de ayudar a eliminar la sustancia del organismo de la persona. Durante las fases posteriores del tratamiento los fármacos permiten paliar el deseo de consumir la sustancia (craving), previniendo así las recaídas y estabilizando el estado de ánimo, y compensar otras patologías psiquiátricas si las hubiera.
En el tratamiento de una adicción o drogodependencia, con personas que han estado consumiendo durante años sustancias que han actuado gravemente sobre el funcionamiento del sistema nervioso central, el tratamiento psicofarmacológico es muy recomendable.
Por su parte, el tratamiento psicológico permite a la persona descubrir comprender cuál ha sido la función de su consumo de sustancias, el para qué consumía, y después la prepara para la vida sin consumo entrenándola en nuevas capacidades.
Los pilares de la deshabituación de una adicción son el tratamiento farmacológico y el tratamiento psicológico
El tratamiento de una adicción se divide en 4 fases:
- Desintoxicación: La desintoxicación no siempre es necesaria. La conveniencia o no de realizarla debe ser evaluada por un médico especialista en función de las dosis consumidas y el estado de salud de la persona. Puede hacerse ambulatoriamente, en el propio domicilio de la persona y bajo supervisión de un familiar responsable y del médico que pauta la medicación, o mediante ingreso en una unidad hospitalaria. En esta fase el tratamiento es exclusivamente farmacológico.
- Deshabituación: fase de re-educación, que puede ser ambulatoria o residencial, en que la persona adquiere conciencia de dependencia del alcohol u otras drogas, analiza la función que tenía el consumo en su vida y se prepara para mantener la abstinencia adquiriendo los conocimientos necesarios sobre la drogodependencia y las técnicas de entrenamiento adecuadas. Se identifican las situaciones, los hábitos y las conductas de alto riesgo de recaída y se sustituyen por otras que faciliten la abstinencia. Se entrena a la persona en la resolución de problemas, manejo de la ansiedad, control de la impulsividad y estrategias en la prevención de recaídas. Se establecen las barreras y mecanismos de control necesarios para mantener la abstinencia: control del dinero, interdictores del alcohol, analíticas, etc.
- Rehabilitación: modificación de los comportamientos que se han visto afectados durante el proceso de la drogodependencia, tanto en el ámbito individual como en el familiar y social. Consolidación y puesta en práctica de las estrategias aprendidas durante la fase de deshabituación. Se empiezan a reducir barreras para verificar que se mantiene la abstinencia.
- Reinserción: fase final del tratamiento en la que se prepara a la persona para su reintegración como miembro activo y participativo en todos los ámbitos de la vida comunitaria: laboral, social, familiar, etc. Se verifica que las estrategias estan consolidadas y que el riesgo de recaída es bajo.