Las adicciones comportamentales, también llamadas socioadicciones o adicciones sin sustancia, son una serie de trastornos relacionados con la realización de una actividad, no necesariamente nociva sino que normalmente genera placer, y no relacionados con la ingesta de sustancias químicas (drogas).
Lo que caracteriza a la adicción comportamental es que se da un patrón desadaptativo de conducta que causa malestar significativo en la persona que la padece, y que ésta experimenta una compulsión a realizar la conducta, con pérdida de control sobre la actividad, incapacidad para abstenerse, aparición de sintomatología de abstinencia cuando no se puede realizar y persistencia de la realización de la conducta a pesar de ser consciente de las consecuencias negativas de la misma. Manifestaciones todas ellas presentes también en la adicción a sustancias químicas y que revelan que subyace un mismo funcionamiento bioquímico y psicológico.
Clasificación de las adicciones comportamentales:
- Adicción al juego. Juego presencial o juego online.
Se trata de la adicción comportamental más frecuente y la que genera un mayor número de demandas de tratamiento. La adicción al juego es un trastorno psicológico que se caracteriza por un impulso incontrolable en el que la persona siente una necesidad de jugar cada vez mayor, provocando un malestar significativo y generando numerosas consecuencias negativas en la vida de la persona adicta y en la de sus familiares. Cuando las personas usuarias llegan a consulta, normalmente es después de haber realizado diferentes intentos de reducir el juego o abandonarlo, sin éxito.
El objetivo del tratamiento es la extinción de la conducta, trabajando el origen y las causas de la dependencia, con un abordaje con perspectiva de género en un marco de intervención cognitivo conductual y sistémico, atendiendo a las consecuencias psicosociales y económicas que la persona presenta.
- Adicción a las nuevas tecnologías/Adicción a las pantallas
El tratamiento va dirigido a generar una conducta consciente del uso del dispositivo, limitando su horario, estableciendo estrategias de control de estímulos, gestionando la impulsividad y potenciando la realización de otras actividades más reales y no tan virtuales. El objetivo del tratamiento es reestablecer un uso saludable de las pantallas. Conscientes que la transición de la infancia a la adolescencia es un periodo de especial vulnerabilidad para el desarrollo de comportamientos adictivos, es necesario establecer un control externo adecuado. Otra finalidad de nuestra intervención es evitar las consecuencias del abuso y de la adicción, como son el aislamiento social, la irritabilidad, el desinterés por otro tipo de actividades. La necesidad de conexión continúa puede afectar a la sensación de tiempo y espacio así como disparar niveles de estrés por la falta de espacios de descanso o autoreflexión.
- Adicción al móvil o nomofobia.
La utilización del móvil supone un acto cotidiano y nos permite infinidad de posibilidades, lo que le hace susceptible de producir ciertos comportamientos abusivos. La dependencia al móvil se define por la incapacidad del individuo para controlar o cesar en su uso, la necesidad de tenerlo constantemente disponible y la presencia de repercusiones en diferentes ámbitos. Esta adicción puede llegar a ser muy nociva, especialmente por el uso que se hace desde edades muy tempranas. Se ha convertido en una especie de “ritual de paso” a la adolescencia. Sin embargo, el uso excesivo puede conllevar problemas de adaptación importantes como trastornos del sueño o conflictos con los padres.
- Adicción a internet.
La conducta de navegar por internet con diversos fines (chats, redes sociales, trabajo, información…), la disponibilidad de acceso durante 24 horas y mediante diferentes dispositivos, el bajo coste y el anonimato son algunas de las variables que facilitan que esta actividad pueda realizarse de forma excesiva y persistente, pudiendo acabar convirtiéndose en una adicción. Las personas dependientes a internet dejan de realizar otras actividades y sacrifican horas de sueño y de descanso. Además, internet actúa como “altavoz” de otras adicciones comportamentales; por ejemplo, el juego o las compras online.
- Adicción a videojuegos.
Los videojuegos permiten desarrollar habilidades psicomotrices, pueden fomentar el trabajo en equipo y la sociabilidad. Pero en algunos casos, la conducta de jugar puede volverse adictiva. La adicción se basa en la pérdida de control respecto a la práctica de videojuegos a los cuales se dedica una gran cantidad de tiempo que, en gran medida, tiene repercusión la realización de otras actividades. Otros síntomas de la adicción pueden ser la fatiga, cambios en los horarios o irritabilidad entre otros. Es la adicción comportamental más frecuente entre los niños/as y adolescentes. Algunos de estos juegos utilizan técnicas de condicionamiento similares a las del juego de azar (refuerzo intermitente) para generar una mayor dependencia.
- Adicción a las Compras Compulsivas (Oniomanía).
Realizar una compra o adquirir un objeto nuevo es algo que cuenta con el reconocimiento y valoración social, no deja de ser un símbolo de un status, por lo tanto, es difícil que pueda ser visto como un comportamiento inadecuado hasta que el comportamiento adictivo está muy instaurado. La adicción a las compras o compras compulsivas se caracterizan por la pérdida de control sobre la actividad de la compra que le permite a la persona calmar su ansiedad o necesidad de evasión de forma inmediata, pero que acaba teniendo graves consecuencias emocionales, económicas, sociales y familiares.
El primer objetivo del tratamiento estaría centrado en aumentar la conciencia del problema, minimizando los factores de riesgo y potenciando los recursos y capacidades tanto personales como de su entorno, con el fin de consolidar la extinción de un tipo de compras que no son necesarias y que tienen el objetivo de cubrir un malestar emocional.
- Adicción al sexo
Esta adicción se caracteriza por el comportamiento impulsivo en relación con el sexo, presentando una pérdida de control de la conducta por parte de la persona, exponiéndose a situaciones de riesgo y teniendo consecuencias muy negativas.
El tratamiento consiste en entender el comportamiento sexual compulsivo tratando los niveles de ansiedad que hay detrás, así como sentimientos como pueden ser la vergüenza y la culpabilidad, y estableciendo estrategias para gestionar los problemas psicosociales que suelen surgir.
¿Qué ofrecemos?
Realización de una evaluación y propuesta individualizada de tratamiento elaborada por psicólogas y psicólogos expertas/os en adicciones comportamentales, teniendo en cuenta diversos aspectos como son el ciclo vital de la persona que consulta, el nivel de conciencia de su adicción, las consecuencias de su actividad o comportamientos, tratamientos previos realizados, soporte familiar y consecuencias psicosociales y económicas.
Programa específico para adolescentes y jóvenes y sus familias.
Detección y prevención de las conductas adictivas relacionadas con las nuevas tecnologías en adolescentes y jóvenes.
- Servicio de consultas y orientación para un uso saludable de las tecnologías.
Propuestas de intervención:
- Asesoramiento familiar
- Intervención familiar psicoeducativa
- Psicoterapia individual y familiar.
- Atención médico-psiquiátrica cuando sea necesario
Abordaje asimismo de la comorbilidad con otros trastornos que puedan presentarse como son adicción a sustancias, ansiedad, depresión, trastornos de conducta, etc.
Programa de tratamiento para adultos.
Primera entrevista de orientación e información. Elaboración de la historia clínica para determinar el historial de la conducta adictiva, antecedentes personales y familiares, situación socio-familiar, patología orgánica, así como presencia de otros trastornos. En esta entrevista se proporciona asimismo información sobre los tratamientos y nuestra red de atención propia y se orienta hacia un tratamiento ambulatorio o residencial.
Si el tratamiento es ambulatorio:
- Atención psicoterapéutica individual con un/a psicólogo/a especialista en adicciones comportamentales.
- Atención psiquiátrica: introducción de medicación psicofarmacológica que atenúe el deseo de realización de la conducta adictiva, en caso de ser necesario.
- Terapias familiares
- Psicoterapia grupal
Si el tratamiento es residencial: derivación a uno de nuestros dos centros terapéuticos: Riera Major o Can Coll. Ambos centros están especializados en el tratamiento de las adicciones con o sin sustancia.