Las drogas de diseño o drogas de síntesis son sustancias psicoestimulantes, sintetizadas en laboratorios clandestinos. Se trata de sustancias que pertenecen a diferentes grupos farmacológicos aunque los más comercializados son los derivados de la anfetamina como el éxtasis y cristal (3,4-metilendioximetamfetamina o MDMA), el Eva (MDEA) y “pastillas del amor” (MDA).
Su composición química es difícil de conocer puesto que la misma sustancia se puede presentar en forma, volumen, peso y concentraciones muy diferentes. Habitualmente se presenta en forma de comprimidos de colores y logotipos llamativos y es conocida como “pastillas, pastis o pirulas”. Su coste es relativamente bajo y se suele consumir en fines de semana, en ambientes nocturnos y en grupo.
Quien la consume pretende facilitar las relaciones interpersonales y la comunicación así como disminuir la sensación de cansancio. Sus efectos anfetamínicos son un aumento de la energía y locuacidad, disminución del hambre y del sueño, visión borrosa, aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, así como nauseas y sequedad de boca, pero también puede causar confusión, ansiedad y agresividad. Los efectos sobre la percepción causan hipersensibilidad sensorial, alteraciones del color, la textura o de la percepción del tiempo así como deterioro de la capacidad de concentración y coordinación.
La toma de estas sustancias va ligada, en algunos casos, a ingestas de cannabis, tabaco o alcohol aunque la interacción con éste último puede producir un cuadro con riesgo de deshidratación con vómitos, taquicardias, mareos, nerviosismo e incluso paranoias. Además su consumo continuado puede causar tolerancia (disminución de los efectos de la sustancia tras la utilización continuada) o sensibilización (incremento de la respuesta a la sustancia) que pueden tener como consecuencia el desarrollo de efectos adversos.
Los riesgos del consumo de estas sustancias son muchos y muy variados debido al desconocimiento de la composición exacta de lo que se está consumiendo y a los efectos adversos y complicaciones que pueden causar. Algunos de ellos pueden ser efectos neuropsiquiátricos (trastornos de ansiedad, depresivos y psicóticos), aumento de la temperatura corporal con hipotensión y colapso circulatorio, arritmias, infartos o hemorragias cerebrales, toxicidad hepática… Por este motivo es importante desmitificar la creencia, entre sus consumidores, de su inocuidad.
¿Qué ofrecemos?
Primera entrevista de orientación e información. Elaboración de la historia clínica para determinar historial de consumo, antecedentes personales y familiares, situación socio-familiar, patología orgánica.etc,. En esta entrevista se determina la necesidad o no de realizar desintoxicación previa al inicio del tratamiento psicoterapéutico y si éste debe ser ambulatorio o residencial.
Si el tratamiento es residencial: derivación a uno de nuestros dos centros terapéuticos: Riera Major o Can Coll.
Si el tratamiento es ambulatorio:
- Atención psicoterapéutica individual: Sesiones de orientación y tratamiento con un psicólogo especialista en drogodependencias.
- Atención psiquiátrica: orientación y valoración si se requiere de introducción de medicación psicofarmacológica que atenúe el deseo de consumir alcohol (craving) y la pérdida de control una vez se empieza a consumir (priming)
- Control analíticas de orina
- Terapias familiares
- Psicoterapia grupal